26/6/10

Última parada: demagogia, la historia secreta.

Nada que ver el título, el verdadero es este:

Las masas, lo mejor.


Mi pecho se emocionó y pasó de un estado totalmente frío a uno medianamente cálido. Me dí cuenta de que lo mejor es ver los partidos en masa. No me mal interpreten, no me refiero a biscochos de grasa, tortitas o masas finas, aunque la idea de tomarse unos mates con esas exquisiteces no es una mala idea. Me refiero a una masa diferente pero igual de homogénea. Aglomeramiento, multitud, muchedumbre, como quieran llamarle. Lo mejor es ver el partido entre muchos, en un bar o café, en una escuela, en un cine, en una plaza, si hay pantalla gigante mucho mejor. Nos contagiamos, puteamos, nos emocionamos, saltamos y gritamos: que grande el loco! San Martín Palermo, convirtiendo el gol del pueblo. Sin embargo, hay algo que la masa popular, ese pueblo súper feliz y sin problemas, puede hacer sin darse cuenta: olvidar. Lo peor es olvidarnos del pasado. Eso lo aprendí…ehh, no lo recuerdo en este preciso momento pero de lo que no me olvido es que nuestro felicitado Loco fue el que en la Copa América 1999 marcó un record en los Guiness: errar tres penales en el mismo partido ante Colombia. ¡Ja! No esbozaré ningún tipo de teoría al respecto, sino más bien alertarles que si perdemos contra México nos vamos a acordar, y lo vuelvo a decir, del ¡6 a 1 con Bolivia! Imperdonable. Y también nos vamos a dar cuenta de que el azúcar subió hasta el cielo entre otros tantos comestibles, de la nafta ni hablar. Vaya anotando precios Sr. Maradoniano. Leí en elconjuro.blogspot.com, un blog que sigo desde hace tiempo, que “el sueño está en marcha, hay que abstraerse de los problemas importantes, dejémonos llevar por la necesidad de ganar una Copa del Mundo”. ¡Si hasta mi vieja, la menos maradoneana de la tierra, ahora le tiene fe al Diego! ¿Qué más podemos esperar? Y creo que a esta altura, la verdad es que tenemos que salir campeones y olvidarnos de todo. Incluso hasta los K están con su plan de “buena onda” durante el mes del mundial. Todos festejamos, algo parecido como sucedió con los festejos del bicentenario. Si le ganamos a los que se criaron viendo el Chavo del 8, tenemos unos días más de felicidad y alegría. Néstor seguirá recorriendo el país haciendo campaña mientras nosotros miramos los partidos y nos hacemos los Directores Técnicos. Es indudable de que si levantamos la copa el slogan kirchnerista rezará: "Última parada, la demagogia". Pero si nos quedamos a mitad de camino el pecho frío no será sólo el mío.

Nota: columna publicada en el suplemento DXT 10 Suplemento Mundial 2010, en El Diario de la República, San Luis, Argentina. 

19/6/10

Siempre hablé de fútbol III


No quiero tu vuvuzela

Desde aquí mi solidaridad con Don Antimundial. Supongo que no se esperaban esto. Sinceramente, no estoy de acuerdo con todo lo que escribe “el patadura o amargado” como algunos lo llaman. Por momentos me da un poquito de lástima que se ataque la voz de aquel insignificante porcentaje de argentinos no adictos al fútbol. Deportistas frustrados o no, les guste el balónpie o no, la pelota se mueve durante un mes y ¡sin parar! Todo, absolutamente cualquier aspecto de nuestras vidas, se tiene que relacionar indeclinablemente con el fuchibol. Y lo digo por experiencia. Resulta que en estos días me agarré una gripe terrible que me dejo en cama, tirado, agonizando, con mi pecho frío. Pensé: ¿será la peste emocional de la que nos habló el Antimundial? ¿O acaso es el efecto de la tan desafinada presentación, el día antes de la inauguración, de Los Black Eyed Peas? No. Era solo gripe. Lo que más me sorprendió es que mis compañeros de trabajo se comunicaron conmigo no para preguntarme si mi salud mejoraba o si no era ningún virus extraño el que me poseía. Nada de eso. Pueden creer que me mandaban mensajes de texto para preguntarme cómo iban los resultados de cada partido. Ni siquiera de los más importantes, ¡de todos los encuentros del día! Cada 15 minutos me llegaban sms con: “¿y?...cómo van”, “¿siguen 0 a 0?”, “¿quién metió el gol?”, y un interminable etc. Como podrán imaginar me quedé sin crédito. Siempre hay algo bueno y malo en esta vida. En esta ocasión, lo bueno fue que pude ver todos los partidos. Lo malo es que comencé a odiar en cada segundo que transcurría, cada vez más, a las tan fastidiosas y hoy famosas ¡vuvuzelas! Sí, esas trompetas alargadas que imitan al barritar de un elefante o al zumbido de una abeja, me tienen loco y re podrido. Y creo que en esto estamos todos de acuerdo y acá no hay fanático que aguante. Me podrán decir que no es para tanto y que ya me tendría que haber acostumbrado. Pero no. Incluso existen explicaciones científicas al respecto, que la frecuencia en hercios que producen, que los decibeles y otras tantas especificaciones más. Igual, no las tolero. Pero el colmo fue que en el día inaugural los sudafricanos hicieron una competencia de vuvuzelas ¡increíble! Y encima ahora la mayoría de los chicos, y no tan chicos, tienen o quieren una. Esta si que es una peste mundialista, así que Don Antimundial hoy mi apoyo incondicional para usted.


Nota: columna publicada en el suplemento DXT 10 Suplemento Mundial 2010, en El Diario de la República, San Luis, Argentina.  

14/6/10

Siempre hablé de fútbol II

Fútbol y promesas

No soy un tipo duro ni rudo, tengo sentimientos y también tengo memoria: 6 a 1 con Bolivia, que vergüenza! Pero ahora somos todos felices y hasta me están convenciendo e ilusionando con que tenemos un equipo de fútbol. Ganamos el primer partido y todo el mundo lo sabe. Los análisis, estadísticas y datos de todo tipo desbordan las páginas de los matutinos y los programas de la TV y de la radio. Sin embargo, hay algo que no me cierra, según muchos periodistas era el peor. Si, Gabriel Heinze, el mismo del gol en contra ante Paraguay nos dio la victoria. Ya me genera cierta desconfianza que un gringo nos este brindando tranquilidad. La única certeza es que jugamos bien, modestamente, con lo justo y necesario. Pero hay algo que no me termina de cerrar, ¿tendrá algo que ver la euforia mundialista con lo que está haciendo Marcelito Tinelli? Ya lo dije anteriormente, que no queden dudas, durante el mundial las posibilidades de lo que suceda son impredecibles. Y eso va en todos los sentidos. ¿Quién iba a pensar que nuestro queridísimo “cabezón” se convierta al kirchnerismo? Ahora resulta que él los votó y los volvería a votar, a mi también me están dando ganas de botarlos a todos! Y eso, por ahora, está pasando de manera muy discreta y no como las declaraciones, hace ya algunas semanas, de Luciana Salazar gritando a los cuatro vientos que si salimos campeones se pone en pelotas, literalmente, en el obelisco. O sea, la señorita se desnuda completamente. Luli lo dijo siguiendo la promesa del gran y, ahora, trajeado DT de la selección, y usted ¿a quién preferiría ver en el obelisco si salimos campeones? Espero que esas promesas post-tricampeonato no tengan ningún tipo de incidencia en las mentes de nuestros jugadores, porque creo que no nos conviene que se imaginen al 10 dando la vuelta al obelisco. En relación con estos compromisos, me acaba de llegar, al momento de finalizar esta columna, información altamente clasificada. A través de ella podemos confirmar lo siguiente: 9 de cada 10 varones-argentinos creen que la selección esta obligada a salir primera el 11 de julio, para ir a festejar al obelisco, pero preferentemente para ver a la Salazar. El argentino restante esta a favor de la unión civil entre personas del mismo sexo. Ampliaremos.

Nota: columna publicada en el suplemento DXT 10 Suplemento Mundial 2010, en El Diario de la República, San Luis, Argentina.  

9/6/10

Siempre hablé de fútbol


Las posibilidades son impredecibles

Hace mucho frío. Las neuronas se me congelan cuando camino por las calles de esta ciudad y la verdad es que no da para hacer un picadito en la Patagonia, tal vez sí en una cancha cerrada o con una play, al menos al aire libre no. Pero lo que quería contarles no es el estado del tiempo sino otro tipo de pronóstico, durante este mundial y aún después, puede pasar cualquier cosa! Entre ellas la que seguro nos hará feliz a muchos es que no sólo faltan pocas horas para la esperada inauguración sino que, y esto es lo más importante, a partir del viernes nos vamos a poder relajar y dejar de ver por todos los medios del país la figura de Ricardito Fort. Y eso, a esta altura, debería alegrarnos bastante. Por lo que debemos interpretar esta predicción como esperanzadora. Cambiamos una estrella por 23 estrellados, perdón quise decir excelentes futbolistas que esperemos se acuerden de jugar en equipo y que no tengan en cuentan ningún tipo de estadística y menos las del Indek. Otra premonición es que el ganador no será sólo un equipo de fútbol. Esta claro que los intereses económicos y políticos que movilizan a la pelota mundialista pueden dejar a más de uno con la boca bien abierta, de la misma manera en que quedaron los que escucharon a la Presidenta CFK afirmar que la carne de cerdo es un buen estimulante sexual, afrodisíaco técnicamente, o tal vez a su par boliviano comentando que las hormonas que se introducen en los pollos que consumimos nos hacen más proclives a la homosexualidad. Espero que en Sudáfrica los 23 del 10 no coman ni pollo ni cerdo porque sino estarían descontrolados, desconcertados y atolondrados persiguiendo el balón. Y ahora sí, los principales ganadores por el momento son los grandes vendedores de electrodomésticos que con sus superofertas de 600 cuotas sin intereses nos permiten adquirir un LCD de hasta 70 pulgadas para no saber en qué lugar de nuestros modestos hogares colocarlo. Eso sí, los que los obtengan podrán observar a los jugadores en su tamaño casi real, pero también se acordarán de la adquisición cuando estén pagando la última cuota ya con la apertura del mundial de Brasil 2014. Queda claro que hoy, el fútbol no es sólo fútbol, sino preguntémosle a la kirchnerista Hinchada Argentinos Unidos.

Nota: columna publicada en el suplemento DXT 10 Suplemento Mundial 2010, en El Diario de la República, San Luis, Argentina.