En realidad me disponía a pasar un día como todos los días de trabajo. Pero esta vez no fue o no es así. Tal vez sean las ganas de irme o la conciencia que tengo de que esto se acaba al fin (me refiero al trabajo). Y es que se abre todo un espectro de posibilidades que me parecen ajenas y desencontradas con mi realidad. Aunque no sé bien a dónde voy, sé que me quería ir y por eso lo hago.
(((¿Qué efectos nos piden?
¿Estamos? Abiertos!)))
Mi psicoanalista quedó con un cliente menos y mi mente se abre en miles de partes por los deseos de la libertad (y obvio, ahora voy a estar lejos del diván, donde en verdad quería).
PD: cordialmente desde mi trabajo.
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