Tengo la sensación de una cara partida al medio
Con musgos y lombrices que salen de ella
Con mariposas podridas pegadas en la ventana
Con escupitajos colgando de las paletas del viejo ventilador que miro a diario en el techo de esta podrida habitación
En la que busco la nostalgia que antes tenía
Incertidumbre y desazón
Espero el llamado perfectible de tu inconsciente
Y golpeo las letras del teclado como si fuera la acción más violenta del día
Eso me da pena de mi mismo
Y de repente me encuentro dialogando con personas que saludo una vez por semana
y que nada tienen que ver con mi vida
o tal vez si
y hablamos largo y tendido cosa que tal vez, en cierto modo, nos une para siempre
la naturaleza eterna de la cordillera
la inversión y los negociados del hombre moderno
y yo estoy aquí
sentado como cada día frente a una computadora que me ata los impulsos
de sobrevivencia diaria
y es justo en este momento en el que comienzo a perder la cordura
y escucho
y escuché
las palabras más oscuras
de tu boca
